Indiscutiblemente, aquel que es puntual, siente respeto por la otra persona y por su tiempo, y al revés, el que no es puntual, ni a ninguna manera, falta respeto a aquellos que lo esperan, y esa impuntualidad puede indicar que se falta respeto a otros derechos humanos.
La puntualidad va a indicar siempre que se debe tener en cuenta a los demás. Las personas pueden perdonar cuando se es impuntual, porque se ha debido atender a otro ser humano, a un enfermo o a alguien necesitado, pero indiscutiblemente esta persona ha de perder el respeto a él mismo.
No podemos acostumbrarnos a la impuntualidad, porque es acostumbrarnos a la falta de respeto a uno mismo, y también, si así se hace, se podrá aceptar más tarde o más temprano, otros irrespetos a otros derechos que tiene la persona humana.
Respetemos para que nos respeten, respetemos la puntualidad, respetemos el tiempo, respetemos al otro.
La impuntualidad afecta en la dinámica social y productiva de las empresas, ya que genera patrones culturales de conducta que no estimulan el crecimiento, ni el respeto. Hay sociedades donde los eventos comienzan una hora más tarde de la hora citada, pues todos saben que nadie llega puntual, así que, ¿para qué esperar a los demás? Si somos impuntuales es porque nos queda muy claro el daño que hacemos a los demás, y a nosotros mismos por hacer de la impuntualidad una costumbre en nuestras vidas. ¿Qué pasaría si las empresas llevaran la cuenta anualizada de los minutos y horas de retraso de sus empleados, y luego analizaran el impacto en términos económicos? La pérdida de recursos en horas hombre seria asombrosa.
Ser puntual, es respetar a la persona humana, a su dignidad, a sus derechos y a sus deberes.
La puntualidad va a indicar siempre que se debe tener en cuenta a los demás. Las personas pueden perdonar cuando se es impuntual, porque se ha debido atender a otro ser humano, a un enfermo o a alguien necesitado, pero indiscutiblemente esta persona ha de perder el respeto a él mismo.
No podemos acostumbrarnos a la impuntualidad, porque es acostumbrarnos a la falta de respeto a uno mismo, y también, si así se hace, se podrá aceptar más tarde o más temprano, otros irrespetos a otros derechos que tiene la persona humana.
Respetemos para que nos respeten, respetemos la puntualidad, respetemos el tiempo, respetemos al otro.
La impuntualidad afecta en la dinámica social y productiva de las empresas, ya que genera patrones culturales de conducta que no estimulan el crecimiento, ni el respeto. Hay sociedades donde los eventos comienzan una hora más tarde de la hora citada, pues todos saben que nadie llega puntual, así que, ¿para qué esperar a los demás? Si somos impuntuales es porque nos queda muy claro el daño que hacemos a los demás, y a nosotros mismos por hacer de la impuntualidad una costumbre en nuestras vidas. ¿Qué pasaría si las empresas llevaran la cuenta anualizada de los minutos y horas de retraso de sus empleados, y luego analizaran el impacto en términos económicos? La pérdida de recursos en horas hombre seria asombrosa.
Ser puntual, es respetar a la persona humana, a su dignidad, a sus derechos y a sus deberes.
Hasta mañana, si Dios,
usted y yo lo queremos.
usted y yo lo queremos.
SIGUENOS: https://www.facebook.com/pages/Respeto-Seamos-Puntuales/400718956719421?fref=ts
No hay comentarios:
Publicar un comentario